martes, 16 de septiembre de 2014

Encuesta tendenciosa


Estaba ayer por la tarde en casa, felizmente viendo pasar la tarde ante mis ojos, cuando llaman a la puerta. Sí, sí, a la de casa. No la del portal. La de arriba. Eso suele ser un comercial, un grupo de testigos de Jehová, o el vecino que necesita sal. 

Pero no. Ante mí, dos voluntarios por la consulta del próximo nueve de noviembre. Preguntan si pueden hacer una pequeña encuesta, y ante la posibilidad de seguir viendo cómo transcurre la tarde o escuchar lo que me vienen a preguntar, ya saben....la curiosidad mató al gato.

La primera de las preguntas es, directamente, un zas en toda la boca. En ningún momento preguntaron qué iba a votar, aunque sí preguntaron si ejercería el derecho a voto. Pero volvamos a lo que decía, que la primera pregunta ya me la planteé como un "no han venido a discutir, sino a saber". Y no es que yo esté en contra de la consulta, o que no crea en el derecho de autodeterminación de los pueblos, es que me pareció una mera manipulación.

Al caso, la pregunta venía a ser algo así como "si Cataluña fuera un estado independiente contaría con xxxx mil millones de superávit, ¿cómo cree que debería invertirse ese dinero?" y aquí ofrecían tres opciones.

Y esto me recuerda el editorial de La Marea de este mes, donde exponen claramente que el grupo de expertos que está estudiando cómo llevar a cabo la independencia asegura que a corto plazo nos tendríamos que apretar el cinturón. Que igual los funcionarios no podrían cobrar a principio de mes. Que los pensionistas deberían tener paciencia para cobrar, etc. Y en esa misma editorial se plantea, como diferencia respecto del proceso escocés, que aquí no estamos teniendo ningún tipo de debate al respecto. Es decir, nadie explica qué significaría (Europa, euro, relaciones con España, etc.) y se limitan al consulta sí/consulta no. Sin entrar en un debate profundo y real.

Y también me recuerda, este último punto, a un artículo que leí en el País Semanal, donde el articulista partía de que en Reino Unido son demócratas de verdad, no como nosotros. Y como demócratas, nadie se plantea realizar una consulta ilegal, porque la legalidad es la base de la democracia. Me gustaría recordarle a ese articulista (que, obviamente no leerá esto, pero déjenme soñar) que la base de la democracia no es la ley (que en muchos casos es injusta, y como tal, tenemos el deber moral de cambiarla y desobedecerla, como hizo Rosa Parks, entre otros) sino la participación ciudadana. Votar es la base de la democracia.

Y los días previos a ese voto, me gustaría saber las consecuencias del sí y del no. No quiero que me amenacen con "no estaréis en Europa" o, peor aún, "el Barça no podrá jugar la liga", cosa que no me deja dormir, obviamente. Ni que vengan a mi casa a decirme que seremos un país riquísimo y tenemos que saber en qué querrá gastar la gente todo ese dinero que nos sobrará. Basta de demagogias y tengamos un debate serio al respecto. Por respeto a los votantes, debatan.

miércoles, 25 de junio de 2014

Buscando piso. El embaucador


Una vez has superado a todos los timadores, debes aprender a sortear a los embaucadores. Son los que te dicen que el piso es "relindo" porque tiene unas baldosas de colores en el baño, pero obvian que la mampara está tan llena de moho que, para sacarlo de ahí, debes plantear una demanda de desahucio contra el Sr. Moho. Le tratamos de señor porque es el único que ha aguantado meses en el piso.

El embaucador tiene varias facetas según el punto en el que te encuentres. Antes de ver el piso te dice, por teléfono y sin haberte visto la cara, que tiene un piso ideal para lo que estás buscando. "Yo te veo viviendo allí" me dijo un embaucador la semana pasada, cuando lo máximo que habíamos compartido era una conversación telefónica de un minuto.

En la puerta del edificio, existen dos posibilidades. Que el edificio sea decente, en cuyo caso te hace ver esta circunstancia, "el edificio es muy bonito. Lo acaban de pintar, como ves, porque el vecindario es muy tranquilo. Ya verás". Ese "ya verás" es para que seas tú la que te visualices viviendo allí, e imaginando una tranquila tarde de domingo, sin niños gritando, sin golpes del vecino de al lado, y le des un valor añadido al piso que verás. Si, por el contrario, la fachada se cae a cachos "la comunidad ya ha decidido pintar la fachada. Que está bien, eh, sólo le falta pintura. Pero ya está aprobado, y lo paga la propiedad". Sólo faltaría!

De camino hasta el piso (ya sea en ascensor o por escalera) un buen embaucador intenta que le expliques algo personal. Que eres estudiante, o a qué te dedicas, si vas a vivir solo, etc. sólo para poder alabar alguna de las características del barrio o de la finca. "Uy, pues por aquí hay mucha vida de barrio" o "este es un barrio muy tranquilo", o un "en el edificio hay otro vecino que también es arquitecto" supongo que para que no pienses que tú tienes mucho/poco caché para vivir en ese edificio.

Dentro del piso la verborrea de un buen embaucador se multiplica por mil. No te deja ver los defectos, porque ante cualquier pequeño detalle que te haga dudar, él te explica lo cómodo que es tal cual está. Desde un "es que ahora las familias son pequeñas, ya no se necesitan mesas grandes. En el ikea venden unas, que sí que te caben, y que son ideales" hasta el "bueno, los pies de la cama llegarían hasta la pared. Pero en realidad es más cómodo porque de la otra manera, tendrías que ponerla de tal modo que..." Sí, ya, pero que el ancho de la habitación es el mismo que el largo de una cama, de tal modo que para pasar de un lado al otro, debes hacerlo por encima de ésta.

Si una cocina es moderna, generalmente está "para estrenar", y un baño antiguo es "vintage, que ahora se lleva mucho". Las baldosas aquellas setenteras de color verde, o amarillo, "le dan un toque de personalidad" y el falso techo que da sensación de agobio "va muy bien para almacenar cosas dentro".

La verdad es que los embaucadores son la mayoría, y cuando alguna vez me he encontrado con comerciales demasiado sinceros, me ha dado la impresión de que no querían enseñar el piso. Al interesarme por un piso y pedirle al comercial que concretáramos una cita para verlo, me dijo "¿estás segura? piensa que las fotos engañan, eh. No tiene tanta luz como parece". Este debería aprender de un embaucador profesional, porque así, no vendería ni caramelos en la puerta de un colegio.

lunes, 26 de mayo de 2014

Buscando piso. Timos y estafas.

Buscar piso en una gran ciudad debería ser sencillo, verdad? pues nada más lejos de la realidad. En primer lugar debes aprender a sortear los timos, estafas y demás formas estúpidas de perder dinero, sentirte idiota, seguir sin piso... y sin un euro.

Algunas agencias te informan muy amablemente de que tienen muchos pisos con las características que buscas. Y estarán encantados de mostrártelos, pero claro, para eso tienes que pagar. "Es lo normal" te dicen. Sí, claro, cuando entro en el Zara y le pido a la dependienta un pantalón "igual que este pero en negro", ella me lo muestra a cambio dinero, ¿no?. Pues no, miren, no es lo normal. Si ustedes tienen una inmobiliaria, gestoría, administración de fincas, o lo que sea, no es normal que pidan dinero a la gente para tener la posibilidad de mostrarle los pisos que tanto a ustedes como a los propietarios que les pagan, les interesa alquilar.

Al parecer también existe otro timo menos elaborado. Tú llamas al piso, que es una maravilla, y el propietario casualmente esté en Inglaterra, pero no hay problema porque el administrador te lo puede enseñar, pero para eso, le tienes que enviar un dinero por Western Union (o similar). ¿Pagar por ver un piso? ¿En qué cabeza cabe? Si se supone que al propietario le interesa más que a ti, ¿por qué tienes que pagar tú?.

Para evitar los timos y engaños, abre bien los ojos y ten claro que un piso de cuatro habitaciones, 90 metros cuadrados, en el Eixample, con la cocina y el baño a estrenar, electrodomésticos, suelos de parqué, balcón (o incluso terraza), que en las fotos parece recién pintado, etc. no puede costar 450 euros/mes. Si eso dice el anuncio, no es un anuncio, es un timo!




miércoles, 7 de mayo de 2014

¿cómo explicar esto?

Conversación real en casa de un amigo:

- ¿tienes azúcar?
- Sí, ¿la quieres normal o integral de caña?
- ¿tienes azúcar integral de caña?
- Sí. Claro.
- Joer, no sabía que tuvieras esos puntos de foodie.
- ¿foodie?
- Sí, foodie. Food es comida en inglés, y el término "foodie", pues es alguien que come. Claro, no eso no, porque todos comemos. Pero, como un freak de la comida. No freak de mal rollo, sino, que sabe de cosas de cocina, etc.
- O sea, un cocinitas.
- Bueno, no sé. Algo así. Es un concepto un poco más amplio

Más tarde, el mismo día:

- No me pongo mis gafas porque siempre te ríes de mi.
- Hombre, es que esas gafas te las compraste cuando Aznar era presidenciable, por lo menos.
- Bueno, pero es que aún me van bien. No se han incrementado las dioptrías.
- Ya, tío, pero es que son horribles. Bueno, aunque ahora ya deben ser de hipster.
- ...
- ¿qué?
- Que no sé quién es ese hipster. Seguro que sale en la tele y como no la veo.
- No. Un hipster no es una persona concreta. Es una especie de ... tribu urbana. Gente que viste así, como moderno pero en plan antiguo. Gafas de pasta, o peor, aquellas gafas noventeras...como las tuyas!

Qué complicado es hablar con alguien que está fuera del mundo. Pero lo triste es que no soy capaz de explicar de una manera medio coherente la mitad de palabras que utilizo.

martes, 29 de abril de 2014

Camarero, una de mero!

Que uno no vaya de sibarita por la vida, no supone que no se den circunstancias de lo más curiosas con los camareros. A veces van de sobrados, y cuando les dices que quieres un vino determinado, te miran con cara de desaprobación haciéndote saber que no tienes ni puñetera idea de lo que has pedido para comer y para beber, y que es pecado mortal juntar ambos elementos en la misma mesa.

Otras veces te dicen aquello de "hola chicos, qué tal?". Que es una forma como cualquier otra de empezar una conversación, pero que el 90% de los camareros de los bares "modernos" digan lo de "chicos" acaba por hincharte las pelotas. Y no porque uno tenga una edad -que no-, sino porque simplemente se puede obviar la palabrita y quedas la mar de educado.

Pero hoy quiero explicar dos anécdotas que bien las podría haber protagonizado el mismo camarero. En la primera de ellas estamos en una terracita, cerca del mar, relax, menú mediodía y le preguntamos al camarero por el postre. Es de esos camareros que no toma nota, que no lee de una libreta, que sabe perfectamente lo que hay y lo que no hay, y en ese momento, en el que le preguntas, debes tener toda la atención puesta en sus palabras porque sabes que sólo hay una oportunidad para escucharlo todo, para asumir lo que más te apetece, y para pedir. Vamos allá. "hoy tenemos flan de la casa, yogur, helado de vainilla, firestones, y fruta- plátano, manzana, piña-" Lo dice tan rápido que sólo un oído educado es capaz de distinguir los firestones entre todos los postres que nos dice, así que le pedimos que nos explique lo que son. No es muy hábil con las palabras, de modo que trae una ración para mostrarnos el postre. Y sí, amigos, estaban bastante buenos los profiteroles.

La segunda anécdota requiere un poco de conocimiento de otro idioma, y es que en una cena entre amigos uno pide una "copa de vi negre, si us plau", ante lo que el camarero, con asombro le pregunta que "qué". "Una copa de vi negre", repite. En ese momento, el camarero le pide al comensal que se lo vuelva a decir, porque no le entiende y éste cambia el idioma para pedir una copa de vino tinto. Cuando le trae la copa, el camarero, con cierta condescendencia, le explica al comensal que no se dice "vino negro" sino "vino tinto", a lo que el comensal le hace saber que en catalán su nombre es "vi negre". Sorprendido, el camarero le explica que a él siempre le piden "vi tint".

En fin, chicos, si os apetece, podéis explicar anécdotas divertidas con camareros en los comentarios!


jueves, 24 de abril de 2014

El tema

Mantener un blog, en ocasiones exige disciplina. Compruebas que hace días, semanas, meses que no escribes, y te planteas aquello de "buah, esto no puede volver a pasar, me tengo que poner más a menudo a ello". Y desde ese día, vas buscando temas que te puedan inspirar. Algunos inspiran más, otros son más para espirar (o, incluso, expirar).

La vida, cuando es monótona, no es aburrida pero no se te ocurre qué escribir sobre ella. Cuando quieres saber cómo le va a tu colega que está viviendo en Túnez desde hace meses, a la que emigró a Suiza hace ya años, o la que vive en Bélgica desde hace casi una vida, te planteas enviar un e-mail. Pero no puedes enviar un e-mail sólo con preguntas del tipo "¿qué tal todo? ¿cómo va el curro? ¿qué tal aquel chico que tenías ahí en el candelero?" porque en lugar de un correo parece un interrogatorio.

Así que te obligas a explicar un poco, como mínimo, qué tal va tu vida, y tu curro, y tus cosas monótonas pero que al fin y al cabo son las que constituyen tu vida. Y yo siempre empiezo los correos de la misma manera "por aquí todo bien, como siempre", que es mi forma de advertir al lector de que ese e-mail está prácticamente vacío de contenido. No pretende dar información, sino mantener la comunicación con alguien a quien no sueles ver delante de una copa de vino para hablar de lo humano y lo divino.

Estos días mi suelo se está moviendo, y tengo temas para el blog, para los e-mails, para dar e, incluso, para vender. Sin embargo, ahora que tengo temas en la mente en los que no paro de pensar, no paro de darle vueltas y vueltas, resulta que preferiría hablar en este post sobre Aguirre y los antitaurinos, y enviar e-mails vacíos de contenido. A ver si en poco tiempo, puedo volver a una feliz monotonía.

jueves, 10 de abril de 2014

La jornada laboral

Leo que en Suecia se va a reducir la jornada laboral a seis horas diarias, y aquí aún estamos en las ocho. Hace ya tiempo que su jornada es de siete, y quieren probar si con una jornada de seis hora aumenta la productividad.

La productividad no interesa en España, y si alguien insinuara algo similar a lo que van a probar en Suecia, el presidente de la patronal (no, no aquel imputado por varios delitos, sino el actual) diría que es una aberración, y que en su lugar él propone abaratar el despido.

Es evidente que, tras un número determinado de horas de trabajo sin descansar, eres menos productivo. De hecho, esto lo estoy escribiendo desde mi puesto de trabajo, dado que desde las nueve no me he levantado de la silla y ya no sé ni cómo me llamo. Para evitar la distracción, silencio el teléfono móvil, pero por mi trabajo, es normal que cuando estoy metida en un tema, algo me distraiga y me lleve a otro (una llamada, un conversación con mi jefe, etc.) así que, sólo me hace falta eso, para irme totalmente de donde estaba.

La verdad es que nos planteamos muchas cosas para reducir el paro- por ahora lo que más funciona es la emigración- pero una reducción de las horas extras, una disminución de la jornada laboral, conllevaría un aumento de la contratación y, según esta teoría, un aumento de la productividad porque tanto el trabajador con la jornada "reducida" como el nuevo contratado, producirían más.

Además, se incrementaría el consumo, eso que tanto buscan los gobiernos. No queremos ciudadanos que consuman de manera responsable, sino que lo hagan por impulsos. Y, si trabajan menos horas, dedicarán más a consumir. Desde mi punto de vista, conllevaría una mejor conciliación de la vida laboral y familiar/social, una mejora en la salud, un mayor tiempo para dedicar a actividades extralaborales que interesen a la persona, etc.

Así que, mientras en Suecia se plantean instaurar una jornada laboral de 30 horas laborales, aquí algunos vemos como una utopía y el objetivo a conseguir, una jornada de 35 horas semanales. Algún día...

martes, 1 de abril de 2014

Manda huevos

La verdad es que no me considero ni cocinillas, ni foodie, ni gourmet, ni nada de todas esas cosas que sirven para etiquetar a la gente. Aún así reconozco que me gusta cocinar, y me gusta comer. Sé cosas al respecto que otras personas a las que la comida no les interesa lo más mínimo, es posible que no sepan, pero eso no me hace, para nada, una experta en el tema gastronómico.

Dicho esto, ayer descubrí que se puede- incluso parece que se debe- cocinar un huevo a baja temperatura. En realidad, la temperatura es alta, pero como no alcanza la ebullición, se le denomina así. "Menudo descubrimiento" dirán algunos, pero es que bastante me llevó conseguir hace un huevo poché digno de ser llamado así.

Y, claro, no me lo tomé como un descubrimiento sino como un nuevo reto. Lo que no sabía es que el reto no consistía en cocinarlo, sino en averiguar quién de los cientos de profesionales y aficionados al mundo de la cocina, tenía la receta adecuada. Parece sencillo: meter un huevo en agua a 65 grados y que se cocine. Pero claro, unos te dicen que "si no tienes roner, puedes hacerlo en la thermomix". Mi pregunta es, ¿alguien tiene roner? Es como buscar en google cómo cambiar la rueda del coche y encontrar algo así como "si no dispone de una plataforma elevadora para automóviles...". Pues no, mire usted, de esto me da a mí, que no tengo!

En mi caso concreto no tengo roner, ni thermomix ni tengo muy claro que mi horno (un horno normal y corriente) sea un "horno para cocinar al vapor", aunque saque mucho humillo cuando hago las pizzas.  Conclusión, debes hacerlo en una cacerola con agua. De eso sí que tengo!!! Pero nada es tan fácil, deberás usar un termómetro alimentario. Un termómetro alimentario. Así, como si tal cosa.

Algún cocinero profesional que quiere hacer un platazo, pone lo de huevo cocinado a baja temperatura, y como tiene un programa divulgativo de cocina, se da cuenta de lo complicado que es hacer eso en casa. Así que te suelta un "pon agua a hervir en una cacerola, y cuando hierva retírala del fuego, introduce los huevos y en 10-12 minutos ya estarán listos". Claro, la temperatura del agua cuando acaba de hervir no es de 65º, ni por asomo, así que busqué alguna otra receta que me ayudara a ser más exacta. Y ahí vino el gran problema, el ingente número de personas que han cocinado un huevo a baja temperatura en su vida, y han decidido compartirlo en internet. ¡Qué de gente!

Esto podría parecer algo positivo: si hay mucha gente, seguro que alguno lo hacía en una cacerola, así que debería haber encontrado una receta. Y la verdad es que no encontré una, encontré unas diez (hasta que dejé de buscar) y el problema viene con la receta en sí. Sólo tiene un misterio: cuánto tiempo dejar los huevos en el agua a 65º, ni uno más, ni uno menos. Pues algunos dicen que 4 minutos, otros 10, otros dicen que unos 20, alguno decía que 40 (la mayoría de recetas), uno aseguraba que el tiempo exacto debe ser de 48 minutos (dato sólo para puristas) y otro proponía que 50.

¿Cómo puede ir la franja de entre 4 y 50 minutos? ¿en serio es esto tan complicado?

En fin, harta de buscar y no encontrar la receta, le envié la consulta al comidista, a ver si nos la resuelve en el próximo "Aló comidista". Si fuera así, prometo un reportaje sobre la experiencia propia de cocinarlos, y si alguien quiere venir a probarlos, estáis invitados!

lunes, 24 de marzo de 2014

Es que no cuesta nada

En las últimas dos semanas, una persona que no es propietaria ni arrendadora de uno de los pisos de la escalera, se ha instalado en un piso que había vacío en el edificio. Bueno, no se ha instalado ella, sino que ha instalado a su hermana.

En mi calidad de presidenta, tuve que ir a pedirles que repararan una luz comunitaria que rompieron en el traslado. Cumplieron rápidamente y la repararon. En la conversación que tuvimos me confirmó que vive allí sin pagar nada, e intentó hacerme creer que le hacían un favor a la propietaria.

El cambio de tiempo, y los años que tiene la puerta del edificio, conlleva que cada cierto tiempo se le tenga que poner un poco de aceite, porque si no, no cierra bien.

Pues hoy me pica la vecina de al lado, explicándome que la "okupa" del segundo le ha dicho que a ver si arreglamos la puerta, que menudos portazos, que no cuesta nada meter la llave para cerrar, y que vamos, que vaya escalera!!!

Esto es un claro ejemplo del uso de la expresión "pa' mear y no echar gota".

martes, 4 de marzo de 2014

Soplo de aire...

Es lunes y no sabes cómo puedes estar tan cansada. Si ayer a esta hora estabas echada en el sofá intentando digerir un número ingente de calçots!! Pero hoy ya no es ayer, y estás deseando salir de la oficina. Ya pasan de las ocho, lo que supone casi doce horas ahí metida. Ya está, ¿no? Ya deberías poder irte a casa.

A estas horas, como no podía ser de otra manera, eres la última en salir. Así que llegar a casa no será tan fácil como te piensas. Hay que recorrerlo todo, comprobar luces, apagar cafetera, ordenadores de los más despistados, ¿ya está todo? ¿seguro? Ok, alarma y para casa.

Wow, este viento tampoco te lo va a poner fácil. Venga, vamos allá, casco, guantes, tráfico, la carretera es toda tuya. Bruuuuuum!!! I'm on my way, que diría Dunham. Pero, ¿qué es esto? ¿un control de alcoholemia un lunes a las 20.30 horas? No te lo puedes creer. Ah, mira, parece que no paran a todo el mundo. Ese coche pasa, y ese, el de delante tuyo también, pero tú no. A ti, sí que te paran.

- Buenas noches. Control de alcoholemia y documentación. Baje de la moto- te dice un policía muerto de frío que está deseandito que des positivo para recaudar un poco. Ese debe de ser el único objetivo de un control así.

Tú, diligente, bajas de la moto. Fuera casco, fuera guantes, sacas el carnet y ala, a esperar.

- Estos son sus derechos. Si quiere se los explico. Me tiene que firmar aquí abajo.

Tú, diligente, firmas. ¿derechos? Pensabas que tenías derecho a llegar a casa antes de que anocheciera, pero se ve que no.

Y llega ese momento. El momento clave. El policía te la boquilla envuelta en una bolsita herméticamente cerrada y te ordena que la abras e introduzcas la boquilla en el etilómetro. Y tú, diligente- de nuevo- coges el paquetito, te sientes nerviosa aunque sabes que no has bebido nada, y te das cuenta de que sacar la boquilla de la bolsa es la primera fase del control de alcoholemia. Con los dedos helados, el viento y las ganas de irte, aquello no hay dios griego que sea capaz de abrirlo. Miras de reojo al señor policía, le sonríes como queriendo decirle que no has bebido, lo que pasa es que eres torpe, y finalmente se abre.

Introduces la boquilla, tomas aire y bufffffffffffff.

- Menudos pulmones - te dice el policía, mientras mira el visor.

Momento de tensión... ¿qué saldrá?. Pues qué va a salir, si no has bebido. Pero, eso es lo de menos, la tensión se palpa en el ambiente, él mira el visor, tú lo miras a él y finalmente...

- Ha sacado 0,0.

Pues vaya, la próxima vez estudiaré más.

martes, 18 de febrero de 2014

El estado


I'm gonna be there, yes I will. Y parecía un día tranquilo. En la escuela. Sin filosofía no hay democracia. At the movies. Navidad, dulce Navidad. En el cine. ;-p. Alterado. Hurry up, I'm dreaming. Los tiempos están cambiando. Siempre en nuestros corazones. Hear me roar. Under pressure. ... . Esperando hablar contigo. Todo chega. REBAJAS. Flor. ¿Comprendes la filosofía?. Si caminas solo, llegará más rápido, si caminas acompañado, llegarás más lejos. Bcn. Montifringuilla nivalis+ Plectrophenax nivalis. Comienza tu días con una sonrisa y verás lo divertido que es ir por ahí desentonando con todo el mundo. Indignado. Art...art...ArT...aRT...ART. At the movies. De tant en tant has de fer una pausa i visitar-te a tu mateix. What you say? Akuna matata. Slow horse time. RPU, no es valiente  aquel que no tiene miedo, sino el que sabe vencerlo. At school. Seguim...Perdida entre los cuatro rincones de la civilización. So fucking lucky! Ichi-go ichi-e. Urgent calls only. Los días se van alargando pero cada vez pasan más rápido. Lo mejor está por llegar. Adelante, siempre adelante. Sóc humà i res humà m'és alié. No recules. Triste, que asco de gente, ayudadme a estar mejor, os necesito. Estoy aquí. S.O.S. necesito dormir. Lo importante es no enfadarse.

Hoy no quería más que plasmar en un lugar donde pueda perdurar más tiempo el estado que han publicado en su perfil de WhatsApp las personas cuyo número de teléfono tengo. Las faltas de ortografía y/o gramática, no son mías.

Las he escrito en orden alfabético y, lo curioso es que algunos mensajes parecen contestar a otros. Quizás repita la experiencia de aquí a un tiempo....

jueves, 13 de febrero de 2014

Llamemos a las cosas por su nombre

Una lee blogs. Más de los que debería en horario laboral, y pocos fuera de éste. Ahora resulta que me he aficionado a uno que descubrí a través de Anónimo J. y estoy enganchadísima.

Leyendo la última entrada me topo con la palabra "foodie" y desconozco totalmente a qué se refiere, pero mis pocos conocimientos de inglés me hacen intuir por dónde van los tiros. Y los tiros me llevan a descubrir que volvemos a usar palabras nuevas para conceptos viejos.

Y, si no están ustedes de acuerdo, les reto a explicarme las diferencias entre un foodie y un gourmet. De acuerdo, "gourmet" también es un préstamo, pero lo hemos hecho nuestro. Y, si realmente un foodie no es un gourmet, díganme qué distingue a esta nueva especie de un cocinillas. Alguna de las dos cosas debe querer decir.

Soy la primera en reconocer que algunas palabras es más fácil decirlas en inglés, como "handicap", "loser" (que, además, suena menos dura que "perdedor"), etc. Pero llegamos a puntos absurdos en que usamos mil palabras nuevas, sólo por demostrar que sabemos inglés y que somos modernos.

Pero, ¿sabemos inglés?. Pues se ve que no tanto. Leía (sí, también en otro blog) una crítica sobre la pronunciación de "stick tartar" en lugar de "steak tartar", y el crítico se preguntaba a qué se debía que lo pronunciáramos mal. Todos. Podría parecer una chorrada, y realmente me lo pareció hasta tres o cuatro días más tarde. Estaba en un restaurante pequeñito y justo en la mesa de al lado se sentaron dos chicos que hablaban muy bien castellano, pero eran angloparlantes. La camarera les aseguró que su "stick tartar" era el plato estrella, y la miraron muy extrañados. Lo repitió varias veces "sí, stick tartar. Carne, que está muy buena, la hacemos (...), ¿no lo conocéis? stick tartar!". Imagino que al decirles que era carne, cayeron en la cuenta de lo que les estaba ofreciendo y lo pidieron encantados, pero ¿alguien se hubiera atrevido a pronunciarlo bien sin valorar el riesgo de parecer un pedante?

Curiosa sociedad esta en la que vivimos, en que valoramos negativamente al que pronuncia bien un idioma extranjero (no les digo nada si ese idioma es el francés) porque nos parece pedante, y por otro lado nos dejamos las cejas en encontrar cada vez más expresiones, que no nos son propias, para designar aquello que toda la vida hemos llamado "inconveniente" o "pardillo". Sólo para parecer más modernos, más cool. 

¿Ven? ni queriendo, se libra una!

miércoles, 29 de enero de 2014

El drama del que no tiene

Se acerca San Valentín y en muchos comercios saben que es un día que lleva al consumo. Personalmente no disfruto recibiendo un regalo en un día como este, y tampoco regalando, así que conmigo no hacen negocio.
A pesar de ello, hace ya varios días, no puedo evitar fijarme en los anuncios y recordar a una amiga que, todos los años, está soltera en San Valentín. Hace años, cuando la casualidad hacía que tuviera un noviete por Enero, siempre me decía "a ver si este año me dura hasta San Valentín" pero nada. Siempre acababa antes. Menudo drama!

El mismo drama que nos enseña el telediario cada año con la gente que no tiene familia con la que celebrar la Navidad. Supongo que todos ellos piensan que los que tienen pareja o los que tienen familia pasan San Valentín o Navidad disfrutando de una manera muy bonita. Como en una película de esas en que la familia se reúne alrededor de la mesa, sonríen, se hacen bromas, la abuela mira a los nietos, los nietos sonríen a la abuela... O en el caso de San Valentín, nos imaginamos que es un día en que las parejas salen, van a cenar juntas, al teatro, luego tienen una buena dosis de sexo suave, que acaba con una sonrisa mutua delatando el más grande de los amores.

Pues sólo quiero deciros que no. Que hay personas que tienen familia y preferirían celebrar la Navidad solos, con su perrito, tranquilos en su casa y viendo la tele. Y que las parejas celebran San Valentín porque es una excusa para salir a cenar y hacerse regalos, pero los mejores polvos no se echan en días señalados. Que el mercado está ahí para que deseemos lo que no tenemos. Ya sea una pareja (lo que implica amor y sexo), o estar "libres" (así se denomina a los solteros, para hacernos deseable esa opción).

Así que, amigos solteros, que muera San Valentín y a disfrutar del 14 de Febrero como si tuviésemos pareja pero deseáramos no tenerla!


miércoles, 22 de enero de 2014

La ciudad fotocopia

¿Por qué una ciudad nos gusta más que otra? En general, existen lugares de peregrinación turísticos en todas las ciudades del mundo. Uno no puede ir a París y no acercarse a la Torre Eiffel, no puede ir a Londres y no ver el Big Ben, no puede ir a Pisa y no volver con una fotografía en la que, usando la perspectiva, parezca que está sujetando la torre.

Pero, a parte de estos lugares de peregrinación, unas ciudades nos gustan más que otras. En general es por el ambiente que se vive, por la gente, por el comercio, etc. Por ello me preocupa la homogeneización que se está llevando a cabo en los últimos años, de tal modo que ya no son sólo las tiendas de ropa las que abren sucursales por todo el mundo y convierten los ejes comerciales de cada ciudad en fotocopias de la ciudad de al lado, sino que se está extendiendo a las tiendas de comida y los bares.

España está a la cabeza de Europa en número de bares por habitante, siendo que en Julio de 2013 había 279.243 bares abiertos. Eso forma parte de la fisonomía de una ciudad y te descubre costumbres que desconocías. Por ejemplo, te sorprendes al descubrir que en los bares de Córdoba te ponen tomate rallado en una azucarera, para que puedas untárselo al pan. O al descubrir que en la mayoría de bares de Madrid, te ponen una tapa con la consumición.

Sin embargo, en los últimos años se está extendiendo el sistema de franquicias de locales que funcionan en una ciudad, y se exportan al resto. El ejemplo más claro es el de una conocida cadena de cafeterías estadounidense, que me recuerda un capítulo de los Simpson en que todos los locales que cerraban, al minuto se habían convertido en una sucursal de esta cafetería. Pero también hay sucursales de bares de montaditos, de bares en los que te ofrecen cinco cervezas en un cubo por un precio muy bajo, de hamburgueserías y pizzerías multinacionales, y un largo etcétera.

¿Es eso malo? Pues, a mi modo de ver, sí. Ya sé que si no quieres, no tienes que entrar, pero ¿es esa la ciudad que queremos? ¿Una copia de la ciudad de al lado?. Comercios que habían durado décadas han tenido que cerrar en los últimos años, en parte por la crisis, y en parte porque están en lugares privilegiados donde cualquier cadena está dispuesta a pagar diez veces más de alquiler. El último cierre que fue noticia, el de una juguetería que llevaba abierta 170 años, se debe a la especulación del alquiler. Hasta el momento pagaban menos de mil euros de alquiler y la propiedad lo subió a 10.000. ¿Qué pequeño negocio puede competir con eso?

Como consumidores deberíamos tener un consumo responsable y comprar en tiendas de barrio, pero reconozco que es desesperanzador, porque creemos que una sola persona no puede hacer nada. "Si va todo el mundo", te dirán.

Aún así, yo prefiero ir a un bar con encanto que al local de una cadena. ¿Y tú?

miércoles, 15 de enero de 2014

Vestirse por los pies

Da igual de lo que hablemos, lo importante son los vestidos y sus diseñadores. ¿De qué sirven las pasarelas, si nadie les presta la menor atención, a no ser que estés metido en el mundillo de la moda?.

En cambio, si quieres triunfar como diseñador, sólo tienes que hacer una cosa. Conseguir que una celebrity vista uno de tus diseños en alguna entrega de premios.

Ayer, después de ver en un sinfín de medios cómo iba vestida Jennifer Lawrence y de saber lo mucho que se la criticó en twitter, pensé que estaría bien conocer los ganadores de los globos de oro. Así que, sin demasiada imaginación puse "globos de oro 2014" en google, esperando que la primera entrada fuera la lista de ganadores. En realidad fue la cuarta, porque las tres primeras entradas eran artículos sobre "las mejores vestidas", "las peores vestidas" y algo relativo a los mejores momentos de la gala.

Y para globo dorado, el del Balón de Oro que da igual quién lo ganara. Especialmente en Barcelona, el tema del ganador no es importante. Lo importante es el traje de Messi, y de qué diseñador iban vestidas las mujeres de los futbolistas. Al menos en los Globos de Oro, la mayoría de las criticadas y alabadas son las protagonistas (actrices, en su mayoría), pero aquí no. Aquí lo que valoramos es cómo va la "acompañante". Es decir, una persona sin ningún interés periodístico.

Y lo que dicen los medios, lo decimos todos. De tal modo que estás tomando el café en el trabajo y alguien te suelta un "¿viste qué guapa Pilar Rubio? con la barriguita..." y tú agradeces que los medios te metan esas cosas con calzador, porque así puedes contestar sin parecer una absoluta asocial.

Qué ¿intrigados por saber cómo irán Michelle Jenner o Maribel Verdú a los Goya?. Yo también. No vivo!


martes, 7 de enero de 2014

El libro rojo

Nunca he dedicado mucho tiempo a leer poesía, pero siempre he tenido con ella una relación un tanto especial. En mi casa, de niña, no había biblia, así que los únicos libros que se abrían de manera habitual para su consulta y estudio, eran la enciclopedia y un libro titulado "las mil mejores poesías".

Es un libro de tapa dura y roja. Tiene el lomo pintado en rojo. Es pequeño pero grueso. Todo esto es de lo más normal, pero lo que hacía especial este libro es que mi madre y yo lo leíamos a ratos sueltos y marcábamos, cada una, una poesía que nos gustaba. Si se mira de perfil, se pueden ver decenas de páginas marcadas, cada una con una poesía que a alguna de las dos nos tocó el corazón cuando las leímos por primera vez.

Ese libro me descubrió a Santa Teresa de Jesús, y me aprendí una de sus poesías. Esto me sirvió tanto para ganarme un aguinaldo en Navidad, como- años después- para recitarla en la radio del instituto. Esas poesías, las que aprendes de pequeño por puro placer, no se olvidan. En la escuela me obligaron a aprenderme muchas, y a recitarlas en clase, de estas no recuerdo ni una sola. Las que aprendí sólo por el placer de saberlas, de leerlas con la entonación adecuada, de descubrir en cada uno de los versos algo nuevo en cada lectura, son las que permanecen en mi memoria.

En la última visita a casa de mi padre, le pedí poder llevarme el libro rojo. Aún hoy disfruto abriéndolo al azar, y leyendo la poesía que tenga a bien mostrarme ese día.

viernes, 3 de enero de 2014

Independencia de pensamiento

No me considero una gran pensadora, ni alguien con grandes conocimientos en absolutamente nada, ni especialmente crítica, ni muy preparada. Soy alguien normal. Del montón. Pues como todos, no??

Pero me sorprende -a veces- la falta de crítica de mis congéneres, y eso te lleva a pensar que eres más listo que nadie porque tú lo ves clarísimo y los demás son...son...seamos sinceros, piensas que son tontos!

Y esto es lo que pasa con el tema de la consulta. Los nacionalistas españoles ven muy claro que los independentistas son tontos. En primer lugar, porque España no les va a permitir la escisión, y porque si se lo permitiera, Cataluña acabaría siendo un país casi casi del tercer mundo. No tendría dinero, ni estaría en Europa, ni en el euro, ni en el Mediterráneo, ni en el mundo, al fin y al cabo.

Los independentistas creen que los catalanes que no quieren la independencia son tontos. Evidentemente, cuando te dicen "desde Madrid nos roban y tú les defiendes" debes pensar tú también que eres un poco tonto, para qué nos vamos a engañar.

Los anti- independencia que viven en Cataluña (ya sean catalanes o no), piensan que los nacionalistas españoles son tontos, porque se mofan de Cataluña y los catalanes en los medios de comunicación, en sus discursos políticos, en las barras de los bares, y al final pasa lo que pasa, que los catalanes se han enfadado. Normal. Pero los que pertenecen a este grupo también piensan que los independentistas son tontos, porque condenarán a Cataluña al ostracismo más cruel.

Y yo, sinceramente, pienso que somos todos muy tontos. Porque como decía Johann Kaspar Lavater, "si quieres ser sabio, aprende a interrogar razonablemente, a escuchar con atención, a responder serenamente y a callar cuando no tengas nada que decir" y en este asunto, ninguna de las partes pregunta razonablemente, no se escuchan entre ellos, la serenidad no es la base de sus respuestas y, sobre todo, nadie está callado.