jueves, 30 de octubre de 2008

Todo llegará...

Todo llegará. Ese es el título del album que venía a presentarnos la cantautora. Y en eso estábamos pensando todos ayer a las puertas del local, con un frío que calaba hasta los huesos, mientras la puerta permanecía cerrada a pesar de faltar un minuto para que diera la hora en que debía iniciarse el concierto.
Finalmente abrieron la puerta, y pudimos acceder a la sala. Una sala que por hortera y pequeña no se ganó el beneplácito de la suscrita.
Pasados más de veinte minutos desde el acceso a la sala, y por tanto más de veinte minutos desde la hora de inicio del concierto, vimos aparecer a la cantante y compositora, con un vestido de raso sin mangas. Se paseó por el local, buscando a sus amigas. Se encontró con un conocido al que le dio un largo abrazo, dos besos y, cerveza en mano, una larga conversación.
Nosotros, indignados, lo consideramos una falta absoluta de respeto. Si empieza más tarde de la hora a la que nos convocan, al menos que no sea porque está de ligoteo por el local. Alterados por el frío y lo tarde que era, parecíamos dispuestos a decirle que se dejara de tonterías y subiera a cantar de una vez por todas.
Mientras hablábamos mirándola ligotear, de repente, la cantautora, vestida con vaqueros y una camiseta en que la estamparon la boca de los Rollin', apareció por el otro lado de la sala, subió al escenario, y antes de que nos diera tiempo de aplaudir, se sentó al órgano y empezó el concierto. Efectivamente la del vestido de raso era su hermana, por lo que se confirmaron tres cosas:
1. Que tampoco conocíamos tanto a la cantante como pensábamos, y eso que la habíamos visto en vivo y en directo en alguna que otra ocasión.
2. Que son hermanas de madre y de padre, porque son igualitas.
3. Que no nos gusta de criticar.
Estas fueron las anécdotas de un concierto extraño (porque no nos sabíamos las canciones), familiar (no sólo por lo de la hermana, sino porque éramos cuatro gatos), emocionante (más para ella que para nosotros)...

jueves, 23 de octubre de 2008

Las madres

Las madres antes eran las de mis amigos, la mía, la que parió a más de uno, la patria, las de la plaza de mayo, la del topo, la que no hay más que una, la tan nuestra "madre mía", la que está de "puta madre", la del amor hermoso y alguna otra que se me queda en el tintero.
Pero ahora las madres empiezan a ser mis amigas. Y entonces surgen todos esos grandes temas de conversación:

- Pues el mío estuvo con cólicos más de tres meses, y no podíamos más. (antes si no dormías, siempre había alcohol de por medio, pero no cólicos)
- ¿Ya le has empezado a dar cereales? ah, pues mi Paula a esa edad, ya comía algo de pescado!(Todas creen que su pediatra es el mejor del mundo mundial)
- Espera, ahora te atiendo, es que estoy comprando entradas para High School Musical, que como se acaben, mi niña me mata! (y ya no le importa que las de AC/DC se acabaran en cuatro horas, y no haya conseguido una para ella y su churri)
- Ayer el niño me vino con una nota de la profesora, es que... (aquí puede venir cualquier historia en la que el niño acaba diciendo una frase graciosa, y todos a coro decimos "qué mono!!!")
- Vamos al Zara? es que le quiero comprar una camiseta monísima que venden de la Kitty. (y qué hay de aquello de entrar en el probador y probártelo todo?????)
- Pues dale una cucharada de Dalsi (aprendes cosas como que el dalsi es un medicamento, y no una bebida de colores y sabores diversos!)

En fin, el tiempo pasa, las cosas cambian...

lunes, 20 de octubre de 2008

Lunes por la mañana

Lunes por la mañana. Bajando la escalera me encuentro un sudamericano vaciando la casa de los del primero segunda. Dudo si saludarle, y al final le esputo un tímido "hola" que él responde con un "buenos días". Definitivamente no es amigo de los del primero segunda, porque esos nunca saludan cuando te los cruzas por la escalera.
Al llegar a la calle, una pareja de unos cincuenta años que sale de un bar, se cruzan conmigo. Ella le dice "tengo la gripe asiática" y yo sigo mi camino pensando en que quizás se deba a que ayer cenó en un chino, o algo así.
Me acuerdo de que tengo que ponerle gasolina a la moto o posiblemente no llegaré al curro. En la plaza hay un guardia urbano que está colocando algo en las bicis aparcadas en el parking de bicis, una pegatina o algo así. Toda la gente que pasa lo mira, porque con ese uniforme tan resplandeciente, cualquiera no se da cuenta. Una señora de unos setenta años, desdentada y despeinada, está de pie, en mitad de la plaza, limpiándose con un kleenex las comisuras de los labios, y mirando al urbano con cara de reprobación.
Llego hasta la moto, y me dirijo veloz a la gasolinera. El establecimiento es curioso, porque se trata de un parking con dos dispensadores de gasolina. Tú no puedes servirte. Un señor que yo creo que está jubilado y hace esto para ganarse un sobresueldo, te sirve la gasolina siempre con una sonrisa en la cara. Si se te ocurre estornudar, coger el móvil, no pagar con el dinero justo, o cualquier otra locura, te da una conversación que dura una eternidad a esas horas de la mañana.
Con el depósito lleno, cojo la Gran Via, el camino más rápido. Pero hoy, que nadie me pregunte por qué, hay tanto tráfico que me es imposible coger dos semáforos verdes seguidos.
Llego diez minutos tarde al trabajo, y me da la impresión de que me han pasado demasiadas cosas ya, como para que aún no haya empezado el día!

jueves, 16 de octubre de 2008

La dieta

Hoy es el primer día de mi dieta. Desde que tenía unos catorce o quince años, no me había decidido a volver a hacer dieta.
El motivo es muy sencillo: me gusta comer, disfruto comiendo y, además, soy edonista por naturaleza.
Recuerdo que dejé de apuntarme a "dietas milagro" porque no comer me ponía de mala leche. Así que he encontrado una dieta superguayquetecagasenlasbragas que me permite comer toda la cantidad que quiera. Es de disociación, y por tanto lo único que debes hacer es no mezclar en una misma comida proteinas con hidratos. Lo que pasa es que los cinco primeros días, no puedes comer hidratos.
Suena fácil, verdad? pues bien, veamos mi primera mañana:
Normalmente tomo un café de buena mañana, y luego unas torraditas con paté. Hoy no puedo tomar café, porque no puedo tomar azúcar (así que me tomo un té) y podría comerme el paté, pero no el pan. Valoro la posibilidad de comerme el paté a cucharadas, pero me resigno a tomarme otro té, porque lo del paté a palo seco no me acaba de convencer.
Claro, ahora son las 12.46 de la mañana, y tengo clase de aikido cuando salga del curro, y me he tomado dos tes, y eso sí, mucha agua.
Conclusión: no llegaré a cumplir los cinco días sin hidratos, posiblemente no llegaré a cumplir el primer día sin hidratos. Qué poca fuerza de voluntad que tengo, polamordediós!

viernes, 10 de octubre de 2008

Productividad cero

Hace tiempo mi trabajo se hacía de otra forma. Cuando no había ordenadores en los despachos, las secretarias picaban las demandas a máquina, y las copias se hacían con papel de calco.
Luego la teconología poco a poco se hizo un lugar en los despacho, y ahora nos pasamos ocho horas ante el ordenador.
Aquí haces las demandas, escribes los e-mails para clientes y abogados, buscas jurisprudencia, etc.
Antes era impensable sacar una baraja de cartas, y entre demanda y demanda jugar con los colegas un remigio, un tute o un juego similar. Sin embargo, ahora, incluso sin haber hecho la primera demanda, la mayoría de mis compañeros juegan a estas cosas por internet.
Era impensable pasarse el rato hablando con una amiga por teléfono, mientras a tu alrededor el ritmo es frenético. Sin embargo, ahora puedes estar en el messenger hablando todo el tiempo que quieras, sin que nadie se dé cuenta.
Antes la productividad quizás era la misma, pero el tiempo que se dedicaba al trabajo, era el de la jornada.
Yo hoy, he llegado a las 9.00 y hacia las 10.05 he acabado de mirar los blogs. He redactado un par de demandas fáciles y cortas. A las 11.00 ya había ido dos veces a la cocina a hacerme un café.
A las 11.30 he buscado información sobre una cantante, y me he bajado las letras de las canciones, he buscado los vídeos por youtube y he vuelto a comprobar todos los blogs, el facebook y hotmail.
Aproximadamente a las 12.30 he acabado y entonces mis compañeros han decidido que nos reuniéramos a discutir una cosa para la cual no hemos encontrado solución.
A las 12.50 hemos hecho la reunión semanal y el pase de papel y agenda de la semana que viene, que nos ha llevado hasta las 14.00, hora de finalización de la jornada.
Conclusión: llevo todo el día trabajando y no he hecho nada.

martes, 7 de octubre de 2008

Crisis

Me gustaría hacer una reflexión, posiblemente estúpida.
Resulta que hay crisis. La crisis es financiera, y se ha unido a una caida de venta de pisos, lo que ha afectado directamente a la construcción.
Por lo que he entendido, el problema radica en que se han otorgado créditos de cualquier manera, y al no cobrarlos, algunos bancos se han visto muy afectados.
Mucha gente está asustada por la crisis. Entre ellos mis queridos amigos A y B. Ambos trabajan en una empresa de distribución de relojes. Ambos son trabajadores fijos.
Están asustados, porque estamos en crisis. El otro día hablando con ellos, la conversación fue más o menos así:

Ellos: es que hay crisis.
Yo: pero vosotros, ¿no cobrais cada mes lo mismo?
Ellos: Sí, pero todo está más caro. Y te suben la hipoteca.- Ellos no tienen hipoteca.
Yo: pero si se trata de una crisis financiera, no una crisis inflacionaria.
Ellos: pero si te van apretando, pues claro que hay crisis. Entonces es mejor no gastar. Y si la gente no gasta, no compra relojes, y podemos acabar en el paro- hacía dos minutos me decían que los encargos de este año eran los mismos que los del año pasado.

Conclusión: la llamada de la crisis provoca una disminución del consumo, que evidentemente supone una crisis de todos los sectores.
Sé que es mucho más complicado que esto, pero esta es mi percepción de la crisis:la gente habla de ella, está asustada, y no consume. Y que conste que no es que me entusiasme especialmente el consumismo en el que estamos inmersos, pero es lo que hace que el sistema se aguante. O no? habrá otras opciones?

jueves, 2 de octubre de 2008

esta soy yo?

Aburrida- no por falta de trabajo, sino por falta de motivación- busco mi nombre en google.
Espero encontrar lo de siempre, osea: nada. Sin embargo descubro que la primera página tiene mi nombre completo (nombre y dos apellidos) y yo clico encima.
Es algo así como Aniversalia.
Pues resulta que pone mi nombre completo, Barcelona, España, 28 años.
Eing? no sé quién se ha tomado la molestia de añadirme en esta página (gracias por pensar en mi) pero sólo tengo 26 añitos, ergo, quien haya sido no me conoce muy bien.
Estoy profundamente ofendida, y presentaré la oportuna querella contra aquellos que quieren vilipendiar mi nombre por las amplias vías de la comunicación virtual.
He dicho.