lunes, 30 de noviembre de 2009

Que lleguen

Y si el viernes, tras una dura semana, vas a cenar a casa de unos amigos y descubres platos que ni imaginabas. Y si te ríes, y disfrutas de la compañía aunque el cansancio te lleve a brazos de Morfeo.
Y si el sábado por la mañana disfrutas del sol en un pueblo de la costa, con una actuación musical. Y si ese mismo día, por la tarde, asistes a una obra de teatro que has descubierto por casualidad, y ríes y lloras y vibras con lo que ves.
Y si el domingo te levantas demasiado pronto para ser domingo, y descubres una parte de tu tierra de una belleza perfecta. Y si ese descubrimiento lo haces junto a gente a la que quieres, y con la que cualquier día puede ser un gran día. Y si finalizas la excursión con una buena comida, bañada de vino y risas.
Y si todo eso pasa en un solo fin de semana, que lleguen después todos los lunes que tengan que venir.

jueves, 26 de noviembre de 2009

25 de Noviembre

Quienes sin saberlo, aparecen en el Born la tarde del 25 de Noviembre, se encuentran con una grata sorpresa. Nosotras ya íbamos con conocimiento de causa.
En una mesa te venden una copa por cuatro euros. Puede parecer cara, pero es una copa sin fondo.
Mientras paseas cerca de la calle Agullers puedes encontrar diversas mesas plegables con botellas de vino encima.
Las bodegas han establecido este día como el de presentación de los nuevos vinos del año, y la mejor forma de celebrarlo es salir a la calle y ofrecer el vino al que quiera probarlo.
Quizás a primera hora de la tarde puedas pasear tranquilamente, pero a partir de las siete y media, el volumen de público a penas te permite ver las mesas donde el vino corre sin parar.

- Cuidado que estoy de parto- fue esta frase la que me hizo girar la cabeza, y descubrir una cara conocida.
Tras los saludos oportunos, continué en mi avance hasta un lugar más tranquilo, y vi una nueva vieja cara.
Tras el "hola, qué tal todo?" de rigor, surgió la mejor frase de la noche "lo gratis va a matar este país, no puedo con lo gratis!"

A pesar de la acumulación de gente, vale la pena disfrutar de unas horas de alcohol, de pinchitos gratis y de un estupendo ambiente festivo.

Recordadlo el año que viene: 25 de Noviembre.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Grandes misterios de la naturaleza I

El papel es el único ser inanimado capaz de reproducirse/multiplicarse encima de la mesa.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

La del pirata cojo

Todos sabemos que se produjo el secuestro de un barco con 32 españoles a bordo, por parte de piratas somalíes.

Aún recuerdo cuando en los noventa se llevaban camisetas de “solidaridad con Somalia”. Pero a parte de aquellas camisetas, poco se hizo por aquel país. En la actualidad está en mano de los hombres de la guerra. No existe un gobierno central capaz de controlar a sus conciudadanos, sino diversas tribus o clanes que mantienen el poder a través de la fuerza.

Me imagino que tanto la ONU como la Unión Europea, como España, como alguna ONG de un pueblo perdido en la Mancha tienen un proyecto de ayuda a Somalia. Y estoy segura de que es un proyecto lleno de buenas intenciones. Pero, a estas alturas, ¿no se podría haber hecho algo más?

Alguna de las guerrillas que tiene controlado el país son de islamistas radicales. Pero supongo que Somalia no interesa tanto como Irak para “liberar al pueblo del yugo de los infieles”. Ni siquiera, con esto del islamismo radical (que es el caballo de batalla de occidente), se ha hecho absolutamente nada para ayudar a los somalíes.

Y ahora la cuestión es que un grupo de delincuentes de Somalia ha secuestrado un barco español. La opinión pública se ha hecho eco, y ha exigido al gobierno que actúe. Las familias se han manifestado exigiendo al gobierno que actúe. Y ahora parece que o bien el gobierno, o bien el armador, han pagado a los delincuentes para que liberen el barco y a los tripulantes.

Leo en el foro de un periódico cosas como “La pérdida de la vida de una sola persona española, ya sería un desastre” y me ha sorprendido mucho, porque está claro que esta persona quiere diferenciar claramente entre la vida de un español y un somalí. Parece que los delincuentes merecen morir, pero no los españoles, a esos juicio justo, cárcel, etc. Pero en el caso de los delincuentes que están taaaaaan lejos, su vida no vale tanto como la de un español.

Pero lo peor no ha sido esto, o si. También me han sorprendido otro comentarios como “Las cofradías de pescadores son los que tendrían que pagar el rescate de esta gente y no todo el pueblo ESPAÑOL, y también el armador. (…) Como siempre los pescadores unos protegidos, si no es por el gas-oil, es con los secuestros, si hay temporal y tienen que amarrar la flota, que no pase de dos días, porque si no ya los tenemos pidiendo ayudas y al resto de los españolitos que nos den."

No os parece increible que alguien ponga “si no es por el gas-oil, es por los secuestros”? como si fuera un niño pequeño al que le dices en un viaje en coche, "si no es porque tienes pipi, es porque tienes hambre". Por favor, seamos un poco serios!

Y el último de los comentarios que quiero apuntar es “Si estos pesqueros vascos reniegan de España al no llevar, como marca la ley, el pabellón nacional, llevando sólo la bandera vasca, no sé por qué reclaman luego al Gobierno de España que el Estado, o sea todos los españoles, les saquemos las castañas del fuego. Que el rescate y los guardias de seguridad se paguen con cargo al armador y a los presupuestos vascos. Hay que ser coherente, ¿no?". Y aún diría más, que se metan la ikurriña por el c...”

En definitiva: unos señores están en un barco pescando atunes, no sabemos si cumpliendo o incumpliendo la ley. Me da igual. Unos señores delincuentes se meten en el barco y lo secuestran. No sé cómo, dos de los secuestradores son detenidos y los traen a España para que se les juzgue, aunque hayan cometido el delito en la costa somalí. Los pescadores están secuestrados más de dos semanas.

Tras mediaciones, comunicados, negociaciones y demás historias, se paga a los secuestradores para que los liberen. Y aquí es donde todos ejercemos aquel derecho a opinar siempre sobre todo: que lo paguen los vascos; que se mueran todos, unos por piratas y los otros por etarras; que se jodan que estaban cargándose los bancos de atunes; que yo con mis impuestos no les pago; que el armador, si lo ha pagado, está cometiendo un delito y que Garzón inicie investigaciones; que Zapatero es un payaso y ha pasado por el aro.

Y a nadie se le ha ocurrido que la mejor opción para todo esto era llamar a Silverter Stalone, Jean Claude Van Damm y Bruce Willis para que nos hicieran un max-mix de peli de acción, que es por lo único por lo que todos hubieran estado de acuerdo, según parece.

¿Tan poco valoramos la vida ajena?

lunes, 16 de noviembre de 2009

Como gallinas

Una amiga me ha enviado un mail para invitarme a una sesión de tupper-sex. Está bien que no me quiera excluir de tan selecto grupo, pero por un momento me he imaginado la escena y me ha producido un leve escozor en la piel.
Cuando los hombres hablan de sexo suben el tono de voz, dicen barbaridades y generalmente te ríes.
Cuando las mujeres hablan de sexo suben el tono de voz ( y de una manera prácticamente insoportable lo agudizan), dicen barbaridades y no paran de reirse.
Hace unos meses fui de compras a un sex-shop con tres mujeres más y la vergüenza se apoderó de mi. ¿por comprar artículos sexuales? no. Por parecer un grupo de gallinas buscando un gallo de plástico.
Me explico. Cuando voy a comprar a una pastelería no le digo al dependiente:

- Vengo a comprar aquí, porque yo sola no sé hacer pasteles. Y es que los pasteles son taaaan buenos. Es que me encantan. Me gustan y me siento orgullosa de ello. Si se me cae en casa, me vienes a hacer uno?

Por eso no entiendo por qué en un sex shop le tengo que decir:

- Uy, pues a mi me parece pequeña. Sí, sí, es que yo no me conformo con cualquier tamaño. Y si me quedo sin pila, te puedo llamar para que vengas a arreglármelo a casa? teneis servicio de urgencias? es que yo así no me puedo quedar.

Una, que es más discreta, le hubiera preguntado al dependiente sobre los distintos tipos, precios y cualidades. Me hubiera decidido por uno. Hubiera pagado. Y me hubiera ido. Vamos, como en cualquier tienda.

Así que me he imaginado la escena tupper sex con frases como: "uy, nena, quieres decir que eso sabrás usarlo?" y a coro "jajajajaja". "Pues ponme dos docenas" y a coro "jajajaajaja". "si llego a descubrir esto antes..." y a coro "jajajajaja".

Y yo me pregunto, ¿por qué los tupper sex están pensados sólo para mujeres? ¿por qué las mujeres no van a los sex-shops como los hombres? ¿por qué nos parece menos sórdido comprarte un consolador con ocho amigas tuyas mirando, en lugar de comprarlo tú solita - que a nadie le importa lo que haces con tu vida sexual-?

Con esto, quiero decir, que la masturbación femenina sigue siendo un tabú. Y, del mismo modo que los hoteles para gais no ayudan a que se normalice que dos hombres pidan una habitación en un hotel cualquiera; que no se vean mujeres en los sex-shop mantiene la masturbación femenina en un plano oscuro y tímido.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Tiempo de pensar

Uno de los problemas que surgen en las comunidades como la nuestra es el estrés, que se produce cuando tienes la sensación de no llegar a todo. No te da tiempo de hacer las cosas, y las haces de una manera rápida y automática.
Un maestro me dijo hace unos días que me tome tiempo para hacer cada una de las cosas que hago, para disfrutarlas y saborearlas en todas sus caras. Y no le di demasiada importancia a lo que decía, pero reflexionando posteriormente, me di cuenta de que no vale demasiado la pena ir al cine si dos minutos antes, y dos minutos después tendré que ir corriendo para llegar a alguna parte. Sobre todo, porque eso implicará que esté viendo la película pensando en que tengo que salir corriendo, y no la disfrutaré.
Para eso me sirve el tren. Cuando viajo en tren intento no llevar libros ni música. Sencillamente me siento al lado de una ventana y pienso. Pienso en la gente, en mis cosas, en mis inquietudes.
Y hoy, volviendo de Sabadell, pensando en mi gente, en mis cosas y en mis inquietudes, he tomado conciencia de la importancia que tiene una persona muy cercana a mi. Me he dado cuenta de lo esencial que es en mi vida que esté a mi lado, que me apoye, que me tienda la mano.
Y también me he dado cuenta de que tanto él como yo lo damos por supuesto. Damos por supuesto que me tienda la mano, que me guíe cuando me siento perdida, que aguante mis días de mal humor, que soporte mis salidas de tono.
Así, me he dado cuenta de que cuando alguien está a tu lado de una manera prácticamente incondicional, dejas de darle todo el valor que tiene. Te dejas. No eres consciente de lo que eso significa y lo importante que es.
Esta es mi lección del día: No permitas que las cosas importantes dejen de serlo porque se conviertan en cotidianas.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Suddenly

Estamos en lo mejor de la vida, en esa época que eres adulto, pero no viejo. En que tus padres ya no te dicen lo que tienes que hacer, y tus hijos no te juzgan por tus acciones. En esa época en la que una escapada un fin de semana, es lo más normal del mundo.
Somos jóvenes y sanos. Y tenemos la sensación de que esto será así para siempre, porque las cosas malas huelen mal, son feas y preferimos no hablar de ellas.
Esta mañana me he enterado de que una chica a la que conozco, murió la semana pasada. Murió de repente. Tenía 38 años y estaba sana. Estaba en esa época de la vida en que era adulta pero no vieja. Esa época en que la muerte está tan lejana que hablar de nuestra propia muerte es como hablar de los anillos de Saturno. Es algo cierto pero que está tan lejano que parece irreal.
Llevo toda la mañana pensando en ella, en que uno puede pasarse la vida estresada por nimiedades, y de repente, todo deja de ser un problema.
Llevo toda la mañana pensando en lo fácil que es morir, y lo difícil que es vivir.
Toda la mañana pensando en que en cuestión de unos minutos, sin previo aviso, todo se acaba.

martes, 3 de noviembre de 2009

Recuperar, de nuevo, los nombres de las cosas...

Cuando era pequeña tenía un pequeño trauma con mi nombre. Y es que, cada vez que alguien me preguntaba "¿cómo te llamas?" yo sabía que después de mi nombre vendrían un cúmulo de "¿qué?" "¿cómo?".

En mi época adolescente, en la que habitualmente los chicos que intentaban ligar empezaban con la ya consabida frase de "¿cómo te llamas?", yo les solía contestar "Ana". No para engañarles, sino para evitar alargar la conversación más allá de lo estrictamente necesario.

Una vez entrada en la edad adulta, ya había olvidado esa sensación. En ocasiones, los clientes extranjeros, o los abogados de fuera, me llaman cosas como "Rusel, Ruth, Ruget, Roger, etc."

Esta mañana tenía un juicio con un abogado del País Vasco, con el que las conversaciones por teléfono siempre empezaban:
- Hola Emilio.
- Hola, señorita.- era la forma más educada que encontró el señor de llamarme de alguna manera que no denotara que no tenía ni idea de cómo se pronuncia mi nombre.

Pues acabo de vivir una situación tan divertida, que he pensado, "esto se merece un post" y aquí va el extracto de conversación:

- ¿cómo te llamas?
- Roser
- Ru... qué?
- Roser
- Pero, ¿eso es un nombre?
- Sí, claro.
- Ah, pues vaya. Ruset?
- Sí, más o menos.
- Pues qué original, no?

Y estaba a punto de decirle "pues precisamente original no, porque es un nombre de abuela, pero si usted no lo ha oído jamás en los cuarenta años que lleva viviendo en Cataluña, pues no es culpa mía ni de mi nombre" Pero educadamente le he dicho, "sí, sí" con una ligera sonrisa en mi rostro.