martes, 25 de marzo de 2008

In Nadia we trust

El lema del viaje, ha sido este. In Nadia we trust.

Ser turista en una macrociudad como el Cairo es demencial. No sabes cómo funciona nada, no sabes cuánto tienes que pagar por las cosas, no sabes árabe, no sabes qué hace la gente por la calle. Ni siquiera sabes cómo cruzar de un lado al otro de la acera. Por eso, in Nadia we trust.

Podría describir el caos circulatorio, el hecho de que en dos carriles los cairotas consigan meter tres y hasta cuatro coches, el hecho de que para adelantar, tomar un cruce, acercarte a un coche, cambiar de carril, pasarte un semáforo en rojo, salir y entrar en una glorieta, pasar cerca de la gente, avisarte de que se acerca un taxi, para todo eso y mucho más, los conductores hacen sonar su cláxon.

Podría explicar el calor demencial de 30 grados a la sombra, el sol que me quemó en las pirámides, la falta de aire acondicionado en los taxis, la contaminación unida al polvo de las calles, el olor del zoco de las especias que no te deja respirar.

Podría contar el tiempo que se tarda en comprar algo, lo que cuesta que te den un
precio real, los regateos continuos, cómo se tiene que negociar el precio del viaje en taxi ( le dices al taxista cuánto le piensas pagar antes de subirte. Si lo haces una vez dentro corres el riesgo de que te diga que no, y tengas que bajarte a mitad de camino), que ningún producto en ninguna tienda tiene el precio marcado.

Podría relatar lo agradable que es tomar un capuccino junto a una ventana que te muestra el Nilo, lo preciosas e inmensas que son las pirámides, lo bella que es Alejandría vista desde la terraza del club griego, lo hermosas que son las mezquitas, lo auténtico que es Khan el Kalili, lo buena que es la comida egipcia (el Koshary también?), lo cómodo que es pasear sin tener miedo de que te roben en cualquier momento el bolso, el lujo de tomar un zumo en el parque de El-Azha viendo la Citadelle y como cae el sol sobre el Cairo.

Podría explicarlo todo, pero El Cairo es inexplicable, sólo estando allí puedes imaginar lo que significan todas estas palabras, sólo viviendo la experiencia una vez, te puedes hacer a la idea.

miércoles, 19 de marzo de 2008

Mi cámara

Resulta que tengo cámara de fotos. Sí, sí, la tengo desde hace tres años, por lo menos. En un cumpleaños que celebré en Las Planas, mi sobrina me regaló la famosa cámara digital.
La cámara no tenía tarjeta de memoria, por lo que sólo cabían una diez fotos.
Paralelamente, no tengo ordenador, por lo que la descarga de las fotos se me hace un poco difícil. Por ello, un día señalado hacía mis diez fotos, y otro día señalado las borraba y hacía otras diez nuevas, así cíclicamente.
Sé que existen múltiples soluciones, como descargarlas en el trabajo, pedir a alguien que me las descargue, etc. Pero me remito a aquel post en el que explicaba lo que puedo llegar a tardar en cortar unos pantalones, es decir, la iniciativa para solucionar los problemas más tontos, no es mi fuerte.
Nos vamos a El Cairo mañana a las 6.25 de la mañana, y hemos decidido que el evento es lo suficientemente importante. Ayer compramos una tarjeta de memoria para la cámara: 15 euros. Y yo que pensaba que costaría un cojón, pero resulta que no, que es una cosa baratilla.
Una vez de vuelta, quién sabe cuánto tiempo tardaré en descargar las fotos, colgarlas en el facebook, hacer un CD, etc? es decir, lo que una persona normal tarda una hora en hacer, cuántas semanas o meses me costará a mi???

martes, 11 de marzo de 2008

Las tonterías

Lo que hace que uno esté o no es la sociedad en la que vive son, al fin y al cabo, las tonterías. Todos sabemos quién es el presidente del Gobierno (Bueno, ahora mismo, igual hay gente que no se cosca), todos sabemos lo que es la paella (aunque haya gente que no la haya probado), todos sabemos que hay una ciudad en España que se llama Soria (aunque no hayamos ido nunca), todos sabemos lo que es el txacolí (aunque no lo hayamos probado).
Pero resulta que un día uno se va del país por un tiempo indeterminado, o determinado. Entonces se desvincula de esta sociedad y se integra en otra.
Sigues sabiendo lo de Soria y la paella, pero no sabes quién es chikiliacuatre, o Isaias Carrasco, o que Zapatero dijo "Javier Bardem" en el debate con Rajoy.
Eso es lo que hace que dejes de estar en esta sociedad.
Dicho esto, ¿cómo determinar la integración de los que vienen de tierras lejanas?, ¿cómo determinarla, si lo que nos hace ser la sociedad que somos es que todos somos tan distintos? ¿cómo saber si Zhara está integrada o no, sólo viendo que lleva un pañuelo tapándole el pelo? ¿Cómo saber si Christie está integrada o no, sólo viendo que lleva sandalias en pleno invierno, y se comunica con todo el mundo en inglés?
¿quién y cómo determina el grado de integración? ¿es necesario saberse el chiki chiki para estar integrado, o els segadors, o la letra que un flipao escribió para el himno de España?

miércoles, 5 de marzo de 2008

Family

Familia y trastos viejos, pocos y lejos!!