No seré yo quien haga un discurso moralista sobre el tema, pero ¿realmente su única función es la de entretener?
Porque si es así, ¿por qué se emite el mensaje del Rey cada Navidad, con lo poco entretenido que es?
Sólo quiero reflexionar sobre dos cuestiones. La primera se refiere a un programa en el que hay un tronista y un grupo de pretendientes. Lo que me sorprende es que se sostenga un programa en el que ninguno de los participantes sabe hablar. Utilizan expresiones como "es que no eres mi prototipo" o "a ver...es que yo... lo que le quiero decir es que si estoy aquí es porque me importa y lo que quiero saber... a ver... si esto es asín o no sé, no sé qué decir" y después de hablar durante un minuto y medio (que eso en televisión es mucho) no han dicho nada.
La segunda se refiere a una escena que he visto hoy en la que una chica que creo que salió en Gran Hermano y después se hizo famosa de plató en plató "colabora" en un programa de televisión. Un chico, que sale cada semana pero no tengo ni idea de quién es, le intentaba hacer una pregunta o, en principio esa era la idea.
Antes de que él pregunte, ella le ataca "y tú, quién eres? eh, quién eres tú? tú qué haces en un programa? quién eres?" echándole en cara que ha saltado a la fama por motivos ajenos a su valía profesional - supongo-. Lo que pasa es que ella no se acuerda que su fama tampoco la ha generado una contratación como consecuencia de una buena formación y un buen currículum.
En fin, es evidente que la televisión aporta poca cultura al espectador medio, y que es importante entretener, pero ¿dónde está el límite? ¿debemos conformarnos con que nos den clases de moral personas sin la suficiente educación como para no insultarse continuamente?
Apaga y vámonos.