jueves, 24 de mayo de 2007

Adultos

Ya somos adultos. Es una pena... una liberación... un descanso.... una desagradable circunstancia. Somos adultos, quedó atrás el tiempo de no tener dinero para un café, ahora es el tiempo de no tener dinero para la hipoteca.
Quedó atrás el tiempo de no tener ganas de estudiar el fin de semana, ahora es el tiempo de no tener ganas de que sea otra vez lunes y volver a trabajar.
Quedó atrás el tiempo de sonreir estúpidamente a los chicos que te encuentras por la vida, ahora es el tiempo de decirles claramente lo que una quiere.
Quedó atrás el tiempo en que decidir qué hacer por tu cumpleaños, ahora es el tiempo de escoger la comida para tu boda.
Se acabó el tiempo de escoger entre un perro, un gato o un tamagochi, ahora es el tiempo de escoger tener hijos o adoptarlos.
Se acabó el tiempo. Pero tenemos todo el tiempo del mundo por delante.

martes, 15 de mayo de 2007

Secretos

¿Por qué la gente nos cuenta sus secretos? Es curioso que nos sorprenda este tipo de cosas, y no sólo que nos sorprenda, sino que nos llegue a molestar. Es decir, con mis amigas más cercanas, el hecho de intercambiar secretos es de lo más común. Hasta el punto que en ocasiones una pierde de vista que se trata de sentimientos, pensamientos o acciones que esa persona sólo quiere compartir contigo, pero con nadie más.
El problema viene cuando alguien con quien la confianza es más bien limitada, te suelta un secreto. No te dice, "oye, esto es un secreto" pero por el tipo de información tú ya lo supones. Es evidente que no puedes ir contándolo por ahí, pero tú no quieres ser el garante de esa información privilegiada. De repente, y sin pedirlo, está en medio de una historia de buenos y malos. Y resulta que tú, estás al lado de los malos, porque conoces el pecado cometido y no delatas al pecador.
Creo que es más sencillo no tener ningún secreto, yo no puedo vivir con ellos. Me cuesta darle a las cosas tanta importancia como para mantenerlas en un rincón de mi memoria solamente, y recordarlas de vez en cuando, con la malicia de saber que no se pueden explicar. No sé hacerlo. No puedo. Soy demasiado natural, demasiado desenfadada como para preocuparme en exceso de la opinión de los demás.
Es cierto que me preocupa dañar a la gente, pero no su opinión negativa sobre mi. No me importa si no va a ser constructiva. Por eso explico mis secretos sin problemas, de una manera natural, y sin ánimo de esconderlos. Eso hace que a veces la gente se entere de cosas demasiado tarde, o demasiado pronto, o de demasiadas cosas. Supongo que soy así... y habrá a quien no le guste, pero a mi me gusta.

PD. No es una declaración de principios sino una simple manera de utilizar mis neuronas.

lunes, 7 de mayo de 2007

Al otro lado de la nube negra

Cuando busco el verano en un sueño vacío,
cuando te quema el frío si me coges la mano,
cuando la luz cansada tiene sombras de ayer,
cuando el amanecer es otra noche helada,

cuando juego mi muerte al verso que no escribo,
cuando sólo recibo noticias de la muerte,
cuando corta la espada de lo que ya no existe,
cuando deshojo el triste racimo de la nada.

Sólo puedo pedirte que me esperes
al otro lado de la nube negra,
allá donde no quedan mercaderes
que venden soledades de ginebra.

Al otro lado de los pagones,
al otro lado de la luna en quiebra,
allá donde se escriben las canciones
con humo blanco de la nube negra.

Cuando siento piedad por sentir lo que siento,
cuando no sopla el viento en ninguna ciudad,
cuando ya no se ama ni lo que se celebra,
cuando la nube negra se acomoda en mi cama,

cuando despierto y voto por el miedo de hoy,
cuando soy lo que soy en un espejo roto,
cuando cierro la casa porque me siento herido,
cuando es tiempo perdido preguntarme qué pasa.

Sólo puedo pedirte que me esperes
al otro lado de la nube negra,
allá donde no quedan mercaderes
que venden soledades de ginebra.

Al otro lado de los apagones,
al otro lado de la luna en quiebra,
allá donde se escriben las canciones
con humo blanco de la nube negra.

Sencillamente... Sabina!
Me encanta!!