lunes, 26 de abril de 2010

Crónica negra de un día rosa

Hay días que tiene un encanto especial. Sant Jordi es uno de esos días. Una camina por la calle, repleta de usurpadores de floristas dispuestos a poner color a un día laborable como cualquier otro.
Uno sonríe en Sant Jordi, al bajar de casa y descubrir en la primera esquina la primera parada de flores, y diez metros más allá otra, y otra, y otra....
Pero no todo es de color de rosa. Por un lado está mi amiga, la que siempre sufre las relaciones porque nunca le llegan hasta Sant Jordi, y cuando rompe con ellos en Febrero me llama y me dice "Nena, otro año sin rosa para Sant Jordi". Para ella las relaciones están entre el Sant Jordi de un año y el del siguiente. Y se lamenta de no conseguir que le lleguen hasta la esperada fecha en que, aunque sea porque toca, le traigan una rosa tan bonita como esperada.
Por otro lado están los vendedores de flores, que no floristas, que un día como Sant Jordi deciden ir al mercado, cargar de rosas algún vehículo improvisado, y venderlo para subvencionar el viaje de fin de curso, uns vuelta al mundo en bicicleta, una ayuda para Chile, etc. Estos tienen unos permisos que concede el Ayuntamiento y se colocan exactamente delante del número que se les otorga de la calle que les haya tocado en gracia. Hasta aquí parece todo normal, pero si paseais por la ciudad a primera hora de la mañana, cuando se están montando las paradas, vereis como unos increpan a otros "aquí no te puedes poner que estás demasiado cerca" o bien "oye, que tú tienes el número 22 y el 22 está cinco metro más para allá".
Y por último, los olvidados, los comerciantes del libro y la rosa que en un día como Sant Jordi se forran pero a costa de dejarse cinco años de vida en cada 23 de Abril. Los floristas, los de verdad, tienen que decidir días antes cuántas rosas comprarán, de qué tipo, a qué precio venderlas, a cuánta gente contratar para ese día, etc. Y si a última hora del día ven que el número de rosas que les queda es muy superior al que esperaban, tienen que empezar a bajar precios, hasta el límite mínimo de "cubrir gastos". Y mientras, tienen que ver cómo el grupo de adolescentes que está una esquina más allá vende más rosas que ellos porque están mucho más baratas.
¿Qué decir de los libreros? el volumen de público que acuede a las librerías es tan elevado que estoy segura de que es el día del año que más libros pasan por la puerta sin que se haya abonado previamente su importe. Tienen que contratar personal, organizar mesas en las que envolver regalos, apostar por los best sellers, intentar que algún escritor venga a firmar libros media horita en todo el día, y no parar de trabajar desde semanas antes, hasta la noche del día 23.

La ciudad está preciosa, el ambiente invita a pasear y disfrutar de las rosas y la cultura, pero todo esto es gracias a tanta y tanta gente que sufre lo que nosotros disfrutamos que este quería ser mi pequeño homenaje a todos ellos.

jueves, 15 de abril de 2010

Resignarse o morir

Cuando una vive en un barrio teóricamente conflictivo, siempre tienes alguna anécdota para explicar: "pues el otro día en el súper...." "resulta que iba por la rambla...."

Este barrio, además de conflictivo, también es una zona de ocio. Eso implica que la gente sale por la noche, se emborracha, la lía, hace ruido, mea, grita, rompe vasos y botellas por la calle, y luego se van a sus barrios tranquilos a dormirla.

El viernes por la noche salí con un grupo de gente. Estábamos parados frente a un bar, cuando un vecino salió por la ventana y nos increpó en un idioma que nosotros desconocíamos, pero era evidente que se quejaba del ruido que producíamos al hablar a esas horas en mitad de la calle. A parte de algún comentario racista, que me niego a reproducir, alguien dijo "pues si no te gusta, vete a vivir a otro barrio"

Ayer había un debate en la televisión sobre la delincuencia. Uno de los contertulios consideraba que ir al Liceo cargado de joyas es provocar para que te roben. Si vas al raval, vete sin dinero, y así no tendrás problemas. Más o menos, esta era la idea.

Osea, señores, que debemos conformarnos con lo que hay. Si vives en el raval no te quejes del ruido que provocan los borrachos en tu calle, porque vives en el raval. Si vives en el raval, no te compres joyas caras, porque no las vas a poder sacar de casa. Si vives en el raval, no puedes quejarte de las calles con olor a orín humano, de la suciedad en los contenedores, etc.

La única conclusión lógica es pensar que los que viven en el raval, o son masocas, o son tontos. O quizá, a alguien no se le ha ocurrido, pero podría ser que uno viva en el raval porque ahí se lo puede permitir y en el eixample no; puede que alguien viva en el raval porque vivía allí antes de que fuera una zona de ocio y a su edad le sea imposible cambiar de barrio; puede que algunos vivan en el raval porque les gustan las cosas positivas y creen que se pueden mejorar las negativas. Ilusos ellos que no saben que aquí sólo nos podemos conformar, y no pretender mejorar las condiciones de vida de nadie.

El barrio ya es digno, pero también es mejorable.

jueves, 8 de abril de 2010

Qué rabia!!!!

Ayer fui a tomar algo a un bar normal de una buena zona de la ciudad. Cuando salimos del bar, mi acompañante se dio cuenta de que le faltaba el móvil. Volvimos dentro, lo buscamos, pero después de desmantelar el bolso tres veces, llegamos a la conclusión de que se lo habían robado.

Por qué me dio rabia? primero porque eso implica llamar, darlo de baja, ir a buscar otro móvil y otra tarjeta, perder las fotos que pudiera haber, etc. Pero también me dio rabia porque no me di ni cuenta. Se te queda una extraña sensación de que eres tonto, cuando lo cierto es que son el resto los que son muy listos.

Cuando te pasa algo así, y que conste que a mi no me han robado nunca (si me robaran, creo que me pondría a llorar!!!), no paras de darle vueltas a lo que hubiera pasado si.... Si me hubiera dado cuenta, si nos hubieramos sentado en otra mesa, si hubiera puesto el móvil encima de la mesa....

En fin, hoy estoy más tranqui, pero ayer me dio mucha, mucha rabia. Putos amantes de lo ajeno!!!!