martes, 6 de mayo de 2008

Fer via



Berga es una ciudad preciosa, un pueblo grande, donde puedes encontrar de todo, menos una estación de tren.

Mi primera experiencia fue cerquita de Berga, una tarde de primavera, con tres o cuatro amigos. Cargamos el coche con cuerdas y arneses y fue una experiencia genial. Hacer deporte, al aire libre, autosuperarse a cada paso, aprender a hacer un ocho, a descender.

La segunda vez fue en el Garraf, con un experto montañero, un hippy que estaba en las nubes, y un principiante con vértigo. La segunda experiencia fue tan genial como la primera, sólo tú la pared (y eso sí, tu arnés bien asegurado).

Está decidido, y hace tanto que lo decidí, que había perdido el sentido. Quiero escalar. Aprender a asegurarte, y a partir de ahí, la técnica para mi no tiene sentido. Sólo quiero escalar. Ponerme un arnés y una cuerda y "fer via". Tengo un inconveniente, que no puedo ir a escalar yo sola, y no encuentro a nadie que quiera venir conmigo.

A quien se le ocurra que me apunte a un grupo, donde me puedan enseñar a escalar, sólo decirle que je je je. A mi también se me ocurrió esto hace como un año y medio!!!

2 comentarios:

LoSt dijo...

¡Qué valiente, desfilando por las rocas!
Yo conozco a algunos escaladores, pero son hombres rudos de pueblo, no te los recomiendo, no saben que las sílabas se articulan para formar palabras y éstas formar frases...

besins

Anónimo dijo...

No lo he hecho nunca pero no me gustaría probar alguna vez.