viernes, 19 de marzo de 2010

Más vale malo conocido...

Se recomienda a las parejas con hijos que se tomen un descanso de niños un día a la semana. Para ello es ideal salir a cenar en pareja, descansar de gritos, óredenes y quejas, y pasar una velada tranquila.
Nosotros hace tiempo decidimos no esperar a tener hijos para tomarnos ese día, y los jueves intentamos salir a cenar.
Es el día ideal para probar cosas nuevas, restaurantes nuevos, propuestas diferentes, etc. Por suerte, en el barrio donde vivimos la oferta de ocio es lo suficientemente amplia como para tener restaurantes donde elegir.
Hay un restaurante por donde pasábamos siempre pero nunca habíamos pensado en entrar. Y finalmente, ayer, entramos.
Es un lugar muy agradable, con una decoración detallista y, para mi gusto, muy bonita. Pedimos, para picar, pulpo con un puré líquido de patatas. Puede parecer asquerosito, dicho así, pero estaba delicioso. El camarero nos propuso acompañar el pulpo con pan con tomate, le hicimos caso, pero resultó ser una mala elección (para acompañar el líquido de puré de patata, hubiera sido mejor el pan sin tomate)
Yo elegí la hamburguesa de ciervo, y mi compañero gastronómico eligió los raviolis rellenos de salmón ahumado.
Tras esperar unos diez minutos entre el primero y el plato principal, aparecieron los platos. Primera decepción: en el plato había tres raviolis. Pero no exagero, eran TRES raviolis. Parece ser que estaban buenos, yo no me atreví a probarlos, porque hubiera supuesto comerme un tercio del plato. Sin embargo la salsa que lo acompañaba, y cito literalmente "parece de sobre".
Segunda decepción: la hamburguesa costaba trece euros, y una espera que le pongan una hamburguesa con un poco de verdura al lado, o un poco de esalada, o un poco de algo. Lo que no se espera una es que le pongan una hamburguesa sola, con una rebanada de pan con tomate.
La hamburguesa no llevaba ni un poco de cebolla de acompañamiento, ni una salsita, ni nada. Una hamburguesa y un trozo de pan. Hasta en el McDonald's se curran un poco más los acompañamientos.
De postre nos decidimos por un "milhojas de brownie y mascarpone" que, evidentemente, resultó ser un tiramisú. Delicioso.

Resultado: 51,15 euros. Un robo, vamos!

1 comentario:

Susie Q dijo...

Muy buena iniciativa esta de instaurar un día para salir a cenar con la pareja... Lo que no te copiaré es el restaurante (ya me dirás el nombre)