miércoles, 1 de abril de 2009

Lo quiero todo

Tengo la profunda convicción de que la sociedad del sobreconsumo nos lleva a situaciones ridículas. Los niños quieren todo lo que ven por la tele. Los adolescentes se creen con el derecho a tener la ropa de marca, las tres consolas más guays del mercado, dinero para salir con sus amigos, un ipod, un móvil, ordenador, internet, etc. El derecho a tener todas estas cosas es un derecho vital, es decir, nació en el momento en que nacieron ellos, y no hace falta hacer nada para adquirirlo.
Y creo que los adultos también sufren un poco de todoquerismo. Quiero una relación seria, pero quiero tener libertad, pero quiero despertarme el domingo por la mañana con mi pareja al lado en la cama, pero quiero poder salir cada noche con mis amigos hasta las tantas sin que nadie me espere en casa, pero quiero un trabajo que me guste, pero quiero trabajar poco y ganar mucho, pero quiero tener hijos, pero quiero no perder la línea, pero quiero ir de vacaciones donde yo quiero, pero quiero que tú vengas conmigo, pero no quiero ir donde tú quieres, pero quiero quiero quiero.
Hemos crecido pensando que puedes tener todo lo que quieres, y creo que algunos no sabemos que, a veces, para tener algo, debes renunciar a otra cosa. Que no puedes tener una relación y acostarte con quien te apetezca. Que no puedes tener hijos, y seguir saliendo hasta las tantas cada sábado.
Y cuando eres consciente ves que para tener lo que querrías, debes renunciar a lo que tienes. Y entonces eliges. Y entonces piensas "qué pasaría si..." y crees que serías más feliz si la elección hubiera sido otra, pero sabes que no. Por eso has elegido lo que ahora tienes.

3 comentarios:

salt and vinegar dijo...

GRAN POST!

Rus dijo...

Gracias, Marta. Tú si que sabes!

ayur-thaï dijo...

wow. Si señor. La mejor elección:Renuncia total, es el unico camino hacia la libertad. Libertad de lo externo, pero también de lo interno, libertad de emociones y pensamientos. Liberarse de la rabia, del deseo, de la codicia, del "querer" más y más..., es la enseñanza más antigua, y la más lejana hoy en día de nuestras prácticas habituales. Cuan lejos estamos de la auténtica libertad