lunes, 14 de enero de 2013

Semana de estrellas

El domingo pasado estaba un poco angustiada porque se me planteaba una semana entera en la que no podría ir a comer ni un solo día a casa. Pero había una cosa que me ilusionaba y es que mi jefe me invitaba a comer el miércoles al Koy Shunka (KS), aprovechando que le acaban de dar una estrella Michelin.

El viernes por la noche los planes de quedar con los amigos se fueron al traste, y aproveché para hacer algo que me apetecía hacía semanas, reservar en el Nectari (N), aprovechando que le acaban de dar una estrella Michelin.

Son dos tipos de comida muy diferente, dos tipos de local muy diferente, dos experiencias muy diferentes aunque en ambas ocasiones pedí menú degustación. Pero si tuviera que elegir, moriría de empacho en el primero, aunque el menú sea unos euros más caro.

En el KS nos dieron de comer unos cuantos platos. Si mi memoria no me falla fueron unos chips con salsa de miso y foie, un chupito de sopa de miso deliciosa, una sopa de fideos con secreto ibérico y gambas de Palamós (mmmh!), una crema de tofu con erizo de mar y espuma de cítrico, sashimi con cinco tipos de atún para chuparse los dedos, arroz con atún, wagyu con setas, sushi muy bien hecho y con un sabor...; brochetas de cocochas con calçots y de postre un bizcocho de chocolate con frutos rojos y helado de yuzu. Todo absolutamente delicioso.

El encanto del sitio es evidente: estar sentado en la barra y disfrutar de las delicias que te sirven, a la vez que ves el movimiento de la cocina, la destreza del cocinero que corta el atún para el sashimi, el ayudante que monta los platos para que sean una obra de arte y, en definitiva, que te hace partícipe del juego disfrutando no sólo de lo que comes, sino también de lo que ves. Me gustó, especialmente, ver cómo hacían el wasabi justo antes de ponértelo en el plato de sashimi.

En el N el menú degustación no era tan generoso. En primer lugar nos sirvieron un aperitivo de la casa que nos hizo sonreír esperando cada uno de los platos. El aperitivo consistía en un tartar de salmón con un langostino, una croqueta de pavo deliciosa, un chupito de crema de setas (creo recordar) y un trozo de salmón marinado delicioso (cada uno servido en una de esas cucharitas de aperitivo). Era el principio de una gran cena, que vino seguido de un trocito de magret de pato, un foie con palomitas y texturización de módena* (tremendo!), una sopa de setas con nube de huevo (delicioso), pero los siguientes platos fallaron. En primer lugar, nos trajeron dos trocitos de rape con tres tipos de salsa (escaso para el plato enorme en que te lo traían, además de que el rape no era ninguna maravilla), y una carne que... bueno, que no era para estrellas. La carne no estaba mala, pero estaba recalentada, el plato quemaba porque no habían calentado la comida, sino el plato. Eso hizo que la salsa que llevaba la carne quedara con una capa seca arriba, dando la impresión de que llevaba emplatado desde el mediodía y te lo habían calentado en un microondas. Teniendo en cuenta que en ese momento había dos mesas ocupadas (la nuestra, y otra con otra pareja que ya había acabado de cenar), me pareció un poco cutre, especialmente si tenemos en cuenta el precio que pagas y el poco estrés que debía haber en la cocina en ese momento.

A diferencia del KS, el N no tiene ningún encanto especial. Es un sitio tranquilo, agradable, con camareros que te tratan de usted, pero ningún encanto especial.

Es malo comparar, y posiblemente si no hubieran coincidido en la misma semana la valoración sería distinta pero, qué le vamos a hacer! Esta ha sido mi semana de las estrellas.

* Esto de la texturización no lo digo yo, es como nos lo dijo la camarera. Al fin y al cabo era como una gelatina de módena, pero las palabras raras venden más, supongo!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Un país para comérselo! La verdad es que el menú del KS suena realmente apetitoso. Y me intrigan especialmente las brochetas de cocochas con calçots.
Sobre la comparación, estoy de acuerdo en que ir a los dos sitios tan seguido, no ayuda a valorarlos justamente. Eso sí, falta un factor: el precio.
j.

Anónimo dijo...

Anónimo J, el precio era más o menos similar. En el KS quien me invitó pagó 181 euros, mientras en el N pagamos 166 €. El precio no ayuda a decidirse, pero vale mucho la pena pagar los 20 euros de más. Hablando de esas cifras...
R.