martes, 1 de enero de 2013

Feliz año 2013!

El 13 es un número que no deja indiferente a nadie. Hay números, como el 2, o el 8 que pasan bastante desapercibidos. Pero el 13 es uno de esos números que, o bien te tienen que gustar, o te tienen que dar tirria. No te pueden dejar indiferente.

A la mayoría de gente que no le gusta encontrarse con un gato negro, o romper un espejo, o tirar sal, no le gusta tampoco el número trece. Y ya no te digo nada, si es un martes 13!

Pero tenemos que mirar al futuro con optimismo, porque el pesimismo se instala solo en nuestra retina. Así que, miremos a través de él, y veamos todo lo bueno que el año nos puede traer.

El presidente del Gobierno dice que el 2013 será un año de recuperación económica. Nadie le cree, así que no podemos buscar en la economía esa brizna de optimismo. Tampoco en el sistema político, que seguirá igual de corrupto, alejado de la ciudadanía, preocupado por intereses partidistas, etc. No lo podemos buscar en el sistema bancario, que no está dispuesto a aceptar tasas, a perdonar deudas, ni a interrumpir procedimientos de desahucio.

Así que, sólo nos queda una cosa. Nosotros. Tendremos que buscarlo en nuestros amigos (que si Fulanita se casa, y Menganito está esperando un hijo), en nuestra familia (que tu madre nos ha hecho un ingreso en el banco, aunque no se lo hayamos pedido), en el desconocido que te pica en la espalda para avisarte de que llevas el bolso abierto, en los clientes que te traen un detalle por Navidad, en el valor humano. Ese valor no se mide por primas de riesgo, no se puede recortar desde Bruselas, no se privatiza desde asambleas en las que sus miembros juegan al Apalabrados.

El valor humano será la estrella del 2013, y eso es lo que os deseo, que las penas no hagan disminuir vuestro valor humano.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Que tu madre nos ha hecho un ingreso sin habérselo pedido? Joder, eso sí que es optimismo...
Pero estoy de acuerdo: ¡disfrutemos del 2013!
j.