Hace unas semanas quise ser amable con una de esas personas que están parados en cualquier esquina del mundo con una carpeta, intentado que la gente se apunte a la ONG que le paga el sueldo de ese día. La experiencia fue nefasta.
Esta tarde cuando, en contra de mis habituales costumbres, me dirigía al trabajo a pie, un individuo que intentaba que alguien le hiciera caso en la acera del habitat de plaza Catalunya, me ha dicho:
- Hola ¿trabajas?
- Sí, entro en cinco minutos.- le he contestado mientras aceleraba todavía más el paso. He entendido que mi indirecta era clara y concisa: TENGO PRISA. Pero aun así, nuestro amigo entrevistador, no se ha querido dar por aludido, y ha continuado:
- ¿Tienes más de 16 años?
- Sí, pero lo que no tengo es tiempo para pararme.
Y ahí me ha dejado, sola, caminando por la acera en medio de un mar de gente. Me he quedado pensando en el por qué de esta segunda pregunta. Es evidente que tengo más de 16 años, y me imagino que habiendo respondido afirmativamente a la primera pregunta, la posibilidad de que contestes que no a la segunda es bastante baja.
Pero aun así, ¿alguien podría pensar que tengo 15 años o menos? ¿no se da cuenta de que, a pesar de que la entrevista sólo se pueda hacer a mayores de 16 años, no siempre es necesario hacer esa pregunta?, si la siguiente pregunta hubiese sido "¿mide usted más o menos de 2 metros?" ¿me la habría planteado a pesar de lo ridículo de la situación?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Están programados para hacer ese tipo de preguntas... creo que ni siquiera escuchó que le habías dicho que entrabas en cinco minutos!
Publicar un comentario